1. Escuchar al paciente con atención a fin de estar pendiente de sus requerimientos, expectativas y de esta manera aconsejarlos mejor (tratamientos personalizados).

  2. Tomar la decisión en conjunto (médico especialista-paciente) del tratamiento a efectuar.
  3. Proponer la mejor solución que les permitirá obtener el mejor resultado estético, siendo siempre realistas.
  4. Informar de manera clara y transparente las ventajas y desventajas de cada tratamiento, sin exponerlo a riesgos innecesarios.
  5. Ofrecer alternativas diferentes que se adecúen a cada presupuesto.